
Sábado, 3 de julio de 1965, 19:40 horas. El personal de la base argentina en la antártica isla Decepción, son testigos de la visión de un objeto extraño. Tras la publicación en el diario Clarin cuatro días más tarde, provoca tal profusión de reportes de avistamiento de objetos, esta vez en el propio territorio de Argentina durante los meses siguientes, que aún los expertos se preguntan si se trató de un contagio social o si en cambio, la noticia sirvió para que las gentes empezaran a mirar al cielo.
Lo cierto es que ese año del 65 tuvo lugar la mayor oleada OVNI en la historia de Argentina. Y al mismo tiempo, aquel suceso ocurrido en la recóndita isla Decepción, fue el catalizador del nacimiento de uno de los ufólogos más respetados de Sudamérica.