Según se cuenta, el niño de apenas 11 años, de nombre Oliver Thomas, desaparece sin dejar rastro en la Noche Buena de 1909, en el breve e inofensivo espacio que separaba la granja de sus padres, del pozo de agua de la propiedad. Sus mayores comprobaron horrorizados como las huellas bien grabadas en la nieve recién caída, se interrumpían sin más, a poca distancia del pozo, mientras escuchaban los gritos del niño alejándose en la oscuridad de la noche. Este hecho tiene lugar en el condado de Brecon, Gales, Reino Unido.
Fallecida en 1996 a los 90 años, una mujer búlgara llamada Baba Vanga, quien llegara en vida a convertirse en asesora gubernamental merced a su prodigiosa capacidad. Era capaz de predecir grandes acontecimientos mundiales y se le acredita el vaticinio de la Primera Guerra Mundial, la muerte de Stalin, el 11S o el hundimiento del submarino soviético Kursk.