La felicidad es una de las máximas aspiraciones del ser humano. Solo que el concepto de la misma, así como las “formas” de llegar a ella son tan variopintas como humanos hallan nacido alguna vez. A veces, estas “formas” se engloban en sociedades completas mediadas por culturas, filosofías o religiones. Pero tal vez la felicidad es solo una. Tal vez estamos tan confundidos, que hemos aceptado durante nuestra vida, como verdad absoluta, cuestiones que no son más que creencias autoimpuestas, debido a nuestro escaso entendimiento de la realidad. Tal vez estamos confundidos al creer que lo que vivimos viene solo de fuera de nosotros, y quizá no sea del todo así. Tal vez lo que creemos vivir no sea más que la interpretación subjetiva de lo que percibimos, estando, esta subjetividad, sujeta a esas mismas viejas creencias. Muchas veces nos creemos infelices porque no hemos conseguido lo que “suponíamos que debíamos conseguir”… 

Para tratar este asunto, contaremos con Sergie Torres, autor del libro «Saltar al Vacío». El nos invita a comprender y a sentir la paz que ya existe en nosotros.

Aprovechando nuestra ausencia en las Ondas del viernes pasado, nuestro equipo se adentró por entre la hermosa arboleda del Monte de La Esperanza… en plena noche.

Sentados sobre la pinocha, la luz de una pequeña lámpara, justo en el centro, dibujaba curiosas sombras en nuestros rostros. Más allá, la negrura que nos envolvía podía llegar a resultar inquietante. En este escenario nos atrevimos a realizar una charla sobre las experiencias más extrañas que los miembros de nuestro equipo hayan vivido recientemente. En ese clima, nos atrevimos a realizar diversos experimentos de abstracción y aislamiento sensorial. Una sencilla experimentación para medir nuestro nivel sugestivo y dar nuestras propias impresiones allí mismo, apenas segundos después de realizarla. 

Una aventura que ofreceremos en dos partes por su larga duración. En esta ocasión, ofrecemos la primera de ellas.