Conocí al Doctor Francisco Julio Padrón a finales de los anos 70 del pasado siglo cuando fui destinado como profesor al Instituto de Guía. Allí tuve a varios de sus hijos como alumnos e hice con ellos una gran amistad que aún conservo. Llegué a Guía al año siguiente de haberse producido el famoso encuentro en la Tercera Fase del Dr. Padrón, y todo el mundo hablaba de aquel caso. Me faltó tiempo para hablar con sus hijos sobre lo que le ocurrió a su padre.
El caso es que un 26 de junio de 1976 el Dr. Padrón iba en un taxi a ver a una paciente a la localidad de Las Rosas, en el cercano municipio de Gáldar. Cuando llegaron a Las Rosas vieron como una extraña nave se interponía entre ellos y la casa de la enferma. El taxista, aterrorizado, le dijo al medico que el no se movía de allí. El buen doctor se lo tomó con calma y aprovechó para observar el objeto y tomar nota de sus características: era transparente, tenía una gran consola que estaba siendo manipulada por dos seres muy altos que parecían ajenos a los numerosos testigos que estaban observándoles desde fuera.
Al cabo de un rato los familiares de la enferma le hicieron señas a Paco Julio para que sorteara la nave y atendiera a su madre que se había puesto muy nerviosa. Así lo hizo nuestro galeno que, pasando nervioso cerca del objeto, se introdujo en la casa. Pasada una media hora los familiares le dicen que se asome para que vea como la nave se eleva y emprende el vuelo. Todos se quedaron atónitos ante aquel espectáculo hasta que el OVNI, al llegar a cierta altura, se dirigió hacia Tenerife a una velocidad imposible.
La nave dejó una gran prueba: un enorme circulo de cebollas aplastadas y quemadas que fueron visitadas, estudiadas y fotografiadas por legiones de periodistas, científicos, militares y curiosos venidos de todas partes del mundo en los días y meses siguientes.
Sin embargo, los hombres de negro obligaron al Dr. Padron a guardar silencio bajo amenaza de arruinarle su carrera. Así estuvo, callado, hasta finales de los 80, cuando ya no era tabú hablar abiertamente de ovnis y extraterrestres. El resto es historia pues El Caso Gáldar se convirtió en un clásico de la ufologia mundial por la cantidad y calidad de los testigos y las pruebas, por los estudios serios que se hicieron del asunto y la cantidad de libros y artículos sobre el tema.
Fuente: Jaime Rubio Rosales para Noticias Canarias, España y el Mundo