Nuestra mente es la máquina más compleja con la que humano alguno se haya enfrentado jamás. Y lo irónico es que no podemos estudiarla sin usarla en el proceso. Es quizá esta la razón por la que aún conocemos burdamente sus mecanismos. Que nuestra mente, modulada por la presión de nuestras emociones, pueda provocar ciertas carencias físicas en nuestro cuerpo es todavía una temática incómoda para la medicina. Si bien es cierto que determinadas dolencias ya están descritas con el prosaico término de “psicosomáticas”, otras traspasan el rasero del método científico con más lentitud.
¿Pueden nuestras emociones provocar que nuestros ojos pierdan funcionalidad? ¿Miopía, presbicia o astenopia son problemas que, fuera de las causas médicas comunes, estar provocadas por una mala gestión de las emociones y es stress? Guillermo Peña y Sonia de Juan visitan una vez más nuestro programa para explicarnos cómo es esto posible.
Clave7 sigue investigando y acudimos allá donde nos llaman. En ocasiones la necesidad del testigo por compartir aquello que dice estar viviendo se manifiesta de forma evidente en la vehemencia con que nos lo relatan. Desde luego, nuestra labor consiste en tratar de corroborar de alguna manera aquello que nos cuentan, cosa que en el caso que relatamos esta noche aún no hemos conseguido. La investigación sigue en curso y aún no podemos sacar una conclusión clara, pero al menos podrán escuchar cómo sonaban sus voces cuando les entrevistamos.
