Hoy quiero reflexionar sobre un tema que en ocasiones nos paraliza y nos frena a la hora de ponernos en marcha. Es “el miedo”.
El miedo se apodera de las voluntades, las ilusiones y de lo que queramos llevar a cabo. Hasta nos quita el sueño.
Si tuviéramos la capacidad de alejarlo de nosotros y dejarnos llevar por las decisiones a tomar, sin tan siquiera pensar en él, estaríamos actuando con positivismo y, por lo tanto, atraeríamos lo que queremos conseguir sin la influencia del miedo.
El miedo existe pero no le permitamos que entre de lleno en nuestras vidas para restarnos felicidad.