Si, sin lugar a dudas, es poderosa. Las malas personas no saben que son malas, ya nacen así. Son conscientes de que pueden conseguir lo que quieren, solo poniendo en práctica lo que se propongan ¿Y cómo lo hacen? A base de mentiras y triquiñuelas. Con una amplia sonrisa, llena de astucia, para llevar a la persona más inteligente a su terreno. Ese es el poder de La Maldad.
Lo hacen sigilosamente, sin que esa persona lo note. Y lo hacen hasta conseguir sus fines. Una vez hayan conseguido sus fines, ya no les sirven para nada. Solo sienten el más grande de los desprecios.
Creen que, están haciendo lo que deben hacer, por justicia. Porque son justicieros, además de verdugos. Lo saben todo, siempre están en posesión de la verdad y de lo real. Solo se les descubre por un descuido de exceso de confianza. Confían mucho en sí mismos, pero en alguna ocasión, lógicamente, son pillados.
Suelen acercarse a las personas por interés, ya sea por dinero, contactos, niños ajenos, para hacerlos suyos. Se nutren del oxígeno infantil, más aún, si no tienen hijos, por un sin fin de cosas.
Su poder está en su personalidad, en su autoritarismo. Todo ser humano está por debajo de ellos.
Creen saberlo todo.
La realidad es, que se les descubre rápido, y de igual manera, rápidamente podemos mantenerles lo más lejos posible.
Ese es el Poder de La Maldad. Tratemos, con estas pistas, de no caer en sus redes.