27 Julio de 2007

El 27 de julio de 2007, a las 22 horas y 45 minutos, se recibe un comunicado en la estación de guardacostas de Falmouth, Inglaterra, del rompehielos Ice-Runner (traducción del comunicado original):

“El 27 de julio en la posición 1.500 It 28-24N Longitud 52-21 W hemos encontrado el barco “fishing courses” y lo hemos subido a bordo encontrando en la investigación:
 -5 chalecos salvavidas adultos y uno de niño
 -También se encontró DNI de Antonio de la Cova Albuixen de Santa Cruz de Tenerife, nacido el 05-12-1960 y de José de la Cova Marques de Valencia nacido el 07-06-1928
No se encontró nada más en la superficie del agua.

El barco viene del Canal de Panamá hacia Tarragona 5 agosto a las 6,00 h hora de llegada.
El Capitán Gordón Weaver Tllfo: xxxxxxxxxxx”

El 28 de Julio, a las 11:29 horas, la estación de guardacostas del Falmouth envía el siguiente comunicado a la central coordinadora de guardacostas de Inglaterra, el RCC de Norfolk.

“El 27 de julio a 1500 It 28-24N longitud 52-51 W se encuentra el barco pesquero fishing course.
Condiciones meteorológicas en la zona era de viento de 5 metros/seg, mar calma.
No se encontró nada en los alrededores.
El barco ha sido izado al barco. (Ice-Runner)
Se encontró 5 salvavidas adultos y uno de niño.
También se encontró DNI de Antonio de la Cova y José de la Cova Marques
Por favor, informar a las autoridades españolas para indicar las acciones que debería tomar.
También los guardacostas canarios serán informados
Capitan Varnelo”

Esa misma mañana, a las 11:39 horas, la estación de guardacostas de Falmouth envían las siguientes fotografías a Salvamento Marítimo, en España:

De manera absolutamente casual, un año después, el carguero Ice Runner británico, cuya matrícula está registrada en las Islas Caimán, encuentra al Mencey Taoro II a 2.000 millas de las costas canarias, en el Mar de los Sargazos, a la deriva. Abordo solo estaba la documentación de uno de los tres tripulantes, Antonio de la Coba. El segundo D.N.I corresponde a José de la Cova Marques, padre del primero, cuya documentación llevaban a bordo ya que era este el titular de la embarcación.

5 de agosto de 2007

El buque Ice Runner arriva el muelle Reus-Sur del Puerto de Tarragona. A las 10:00 de la mañana, efectivos del Grupo de Policía Científica de la Guardia Civil suben a bordo de este para realizar una inspección ocular al Mencey Taoro Dos, en presencia del Capitán Marítimo del Puerto. Del analisis realizado, redactan un informe que se remite al Juzgado de Instrucción Nº6 de Tarragona, cuya fecha de registro de entrada en el mismo es del 7 de agosto. Este informe fue remitido a su vez al Juzgado de 1ª Instancia e Instrucción de San Sebastián de la Gomera. La fecha de registro de entrada en esta administración es el 3 de septiembre. En este documento se detallan las siguientes observaciones:

“[…] encima de unos palés y amarrada observamos una embarcación de recreo (de fibra) de una sola planta, de color verde y blanco, de la marca “Trophy”, con la inscripción “Fishing Courses” y de nombre “Mencey Taoro Dos”.

“Las medidas de aquella son: De eslora (longitud), 5´60 m; manga (anchura), 2´32 m; calado total (profundidad), 1´20 m.”

“Externamente, la embarcación presenta un aspecto deteriorado con signos de haber permanecido durante mucho tiempo bajo el agua, debido a la presencia de pequeños moluscos adheridos por toda la fibra, no apreciándose signos de violencia ni cualquier otra anomalía intencionada o manipulación.”

“El motor, con la ausencia de su carcasa protectora, también presenta igual estado de deterioro, con una de las aletas de la hélice levemente doblada.”

“En su interior, se aprecia estado de oxidación de las partes metálicas, así como otros elementos que forman parte de la embarcación, sin funcionar ninguno de los comandos del panel de mando. Los diversos indicadores presentan la aguja en el cero, exceptuando la brújula que señala “90 E”.

“En la eslora, (parte delantera), se hallan cinco (5) chalecos salvavidas de la talla “M”, figurando en uno de ellos la inscripción “Antonio de la Cova Castro, (aquí detallan los números de móvil anotados en el mismo).”

“En un compartimento delantero se observan restos de lo que parecen ser dos paquetes de tabaco y pequeños enseres para la pesca.”

“En el compartimento frontal anterior, una caja de herramientas con diversas herramientas y utensilios para la pesca con algunos anzuelos, y una bandolera de color negro que contenía en su interior: Una cartera de piel negra, vacía de contenido, una docuemtación ilegible y deteriorada, y unas pastillas para dormir.”

“En el suelo de la parte trasera un pequeño aparato de insuflación de los utilizados para los problemas de asma.”

“Los citados objetos (bandolera, cartera, documentación, pastillas y “Mentolin”) son entregados a la U.D.E.V. de esta Comisaria con objeto de poder ser reconocidos por los familiares de los desaparecidos.”

El informe está firmado por una Inspectora y un Policía del Cuerpo Nacional de Policía cuyos únicos datos rebelados en el mismo son sus respectivos número de placa. Adjuntas incluyen fotografías de todo lo detallado.

La noticia del hallazgo se reflejó en todos los periódicos del archipiélago:

La información sobre el “Mencey Taoro II” y su rescate se retrasaron un año

R. BARRETO, Pto. de la Cruz

El hallazgo y rescate de la embarcación “Mencey Taoro II” a 2.000 millas náuticas de las Islas Canarias, en el mar de Los Sargazos, que tuvo lugar el pasado sábado, se produjo con un retraso de un año, cuando en realidad se pudo haber encontrado a poco tiempo de su desaparición en alta mar, precisamente, el 22 de julio de 2006. Asimismo, se ha retrasado toda la información relativa a ese triste episodio que ha conmocionado a la población portuense y tinerfeña. Este aspecto fue comentado ayer en rueda de prensa en la sala de conferencias de la Oficina de Turismo del Puerto de la Cruz por representantes de las familias de los náufragos extraviados cuando retornaban a Tenerife procedentes de La Gomera, tras una travesía de pesca, Antonio de la Coba (patrón del barco), Luis González Avellaneda y Pedro Agrícola Santos. Olga Pérez, tía de Luis González, Juan Santos y Susana Jacinto salieron al paso de informaciones inexactas y de comentarios públicos tendenciosos y sin fundamento, en su comparecencia con los medios de comunicación, y revelaron con todo lujo de detalles el procedimiento de hallazgo y conducción a bordo del carguero de bandera de las Islas Caimán de la embarcación “Mencey Taoro II” y de los objetos encontrados en la misma. Insistieron en señalar su extrañeza por la demora de un año en encontrar el citado barco, cuando fue hallado en la ruta por la que se ha operado para la detección y rescate de inmigrantes, transportados en cayucos.

Antonio Santos explicó que “nosotros habíamos solicitado a Salvamento Marítimo información sobre los familiares desaparecidos nada más conocerse la pérdida, detalles sobre el proceso de búsqueda y por dónde se actuaba, pero no hubo respuesta en su día. Si queríamos información teníamos que llamarles, nunca recibimos información en ese sentido. Sin embargo, cuando aparece el barco, sorprendentemente nos llaman y nos informan un año después de lo que tenían que relatar al principio, nos facilitaron mapas y cuadrículas trazadas en su momento, pero con un año de retraso”.

El barco “Ice Runner”, de bandera de las Islas Caimán, detectó e izó a bordo el “Mencey Taoro II” a las 22:45 horas del viernes 27 de los corrientes, en el mar de los Sargazos, en el océano Atlántico.

Ahora se estudian las posibles acciones para recuperar al barco porque quien lo rescató tiene unos derechos de compensación, de acuerdo a la normativa, previo peritaje por las autoridades de marina.

Los familiares esperan todavía encontrar con vida a los náufragos y reclaman que la búsqueda continúe por tierra. Al mismo tiempo, agradecen la colaboración de la alcaldesa, Lola Padrón y del concejal de Tráfico y Policía, Domingo Yanes.

El próximo viernes, día 5, está prevista la llegada del buque “Ice Runner”, con el barco “Mencey Taoro II” a bordo, al puerto de Tarragona. Los familiares viajarán hasta allí para reconocer la embarcación y recuperarla.

Eldía.es 1 de agosto de 2007

La noticia también fue recogida por los diaros 20minutos.es y Elmundo.es ambos de tirada nacional

Llegados a este punto, muchos son los interrogantes que surgen de entre este maremágnun de datos. Muchas las preguntas que los familiares siguen reclamando contestar. Muchos los detalles que, aún no parecen haberse aclarado.¿En que momento se quedaron incomunicados? Que los móviles pudieran haber quedado fuera de su radio de cobertura puede parecer relativamente lógico, pese a la supuesta cercanía a las costas gomeras ¿Pero y la radio? ¿Como es que no respondieron a las sucesivas llamadas de Salvamento Marítimo? ¿Les falló la batería? ¿Si es así, por que no pusieron rumbo a la costa más cercana, probablemente, Valle Gran Rey?

En las imágenes y en el informe policial se detalla con claridad que el motor carecía de su carcasa de protección. Todos los expertos en náutica coinciden en que es prácticamente imposible que esta carcasa se desprenda, salvo que sea retirada expresamente. ¿Significa esto que tuvieron una avería en el motor? ¿Que levantaron la cubierta para intentar repararlo? Si es así ¿por qué no emitieron una llamada de emergencia a Salvamento Marítimo? ¿O ya les había fallado las baterías? ¿En tan malas condiciones se encontraba el Mencey Taoro Dos?

El barco poseía un buen equipo de comunicación que, por la inspección ocular de los familiares y amigos, conocedores alguno de ellos de este tipo de embarcaciones, se encontraba en buen estado, de no ser por el lógico deterioro provocado por estar semi-sumergido cierto tiempo. Los tres desparecidos eran patrones de barco, con una dilatada experiencia. Es ilógico suponer que no tuvieran en cuenta las mínimas precauciones y no revisaran todo el instrumental antes de partir. A eso hay que añadir que ese trayecto era muy habitual para ellos ¿Exceso de confianza, tal vez? Es difícil creerlo. Cualquier marino de raza, como lo eran ellos, por razones más que obvias saben que, “la mar” es sencillamente impredecible. A pesar de esto y para desgracia en este caso, entre las medidas de seguridad no contaban con radiobaliza, elemento fundamental para la localización cuando todo falla.

Pero imaginemos que tanto la bateria, como el motor, fallasen. Entre el equipo de seguridad contaban con 10 bengalas, alguna de las cuales con paracaídas. La policía, en su inspección de la embarcación, no encontró rastro alguno de ellas ¿Significa esto que las usaron? ¿En que momento? Es difícil saberlo porque, en realidad solo se sabe cuando se efectuó la última comunicación, no en qué momento empezaron a tener problemas. Una embarcación de 6 metros, en medio de la inmensidad del océano, es prácticamente insignificante. Eso está muy claro. Pero si el dispositivo de busqueda comenzó con las primeras horas de luz del día siguiente a la última comunicación y se dirigieron al lugar en el que debía encontrarse el Mencey Taoro Dos tan solo unas horas antes, como es de suponer, sigue resultado difícil entender que no localizaran el más mínimo rastro. Entre la costa más cercana de Tenerife a las costas gomeras no hay más de 30 kilómetros de distancia. Una bengala de mano puede ser visible a una distancia de más de 12 kilómetros, en pleno día. También disponían de bengalas tipo cohete, que son aquellas que disponen de un pequeño paracaídas, las cuales se elevan hasta una altura de 300 metros y pueden ser visibles a casi 50 kilómetros a la redonda, eso si, preferentemente en la noche y durante un tiempo limitado a no más de un minuto en cualquiera de los dos casos. También es cierto que un navío a la deriva, no se queda en la misma posición. Es arrastrado por las corrientes. Y, según los expertos, este tipo de embarcación podría desplazarse así a unas 3 millas por hora. Si el dispositivo de búsqueda se inició con las primeros rayos de luz del lunes 24, más de 40 horas después de la última comunicación, y el Mencey Taoro Dos ya estaba a la deriva, podría haberse desplazado unas 120 millas, unos 193 kilómetros. O lo que es lo mismo, podría recorrer una distancia media de unas 72 millas por día, unos 115 kilómetros. Pero el informe del Ministerio de Fomento dice claramente que en los días sucesivos había “sido rastreada una superficie de más de 150.000 Km² en zonas entre islas y alejadas hacia el Suroeste y Oeste, según cálculos de derivas, teniéndose en cuenta las diferentes posibilidades […]” ¿Como es que nadie les vio? ¿O es que el barco desaparecido aún continuaba navegando bajo gobierno de su patrón? Pero si es así, sería lógico pensar que se dirigieran a buen puerto. Con lo cual estarían dentro del radio de búsqueda desplegado. ¿O no fue así? ¿A donde se dirigían entonces? Porque está claro que el barco nunca se hundió.

¿Un golpe de mar totalmente inesperado y repentino que volcó el barco de manera irremisible? Eso explicaría que, de pronto, se quedaran sin un solo medio de comunicación. Pero teniendo en cuenta que los compartimentos del pequeño barco se encontraron cerrados, después de una año, con ciertos enseres en su interior ¿Donde encaja esto que ni una sola de las bengalas fueran encontradas junto a lo demás? Tampoco encaja en esta teoría el hecho de que el motor apareciera sin la carcasa de protección, prácticamente imposible de que se desprenda por si misma y menos por el oleaje.

Una de las circunstancias más extrañas se produjo en el momento justo en el que el buque Ice-Runner encontró al Mencey Taoro Dos. El capitán del buque atestiguó a los familiares que encontraron la embarcación, tal como se aprecia en las fotos, volcada con un total de 6 chalecos salvavidas flotando a su alrededor. La sensación inicial entre la tripulación era que se trataba un reciente naufragio. Y tan convencidos estaban por lo que veían, que algunos marineros se lanzaron al mar con la ingenua esperanza de rescatar a los posibles náufragos. Lógicamente, la tripulación del buque británico no tenía la más mínima idea de que el al barco que acababan de rescatar se le había dado por hundido ¡un año antes!

¿Significa esto que la pequeña embarcación se había volcado recientemente? La embarcación contaba con 10 chalecos salvavidas. Se encontraron solo 6 ¿Donde están los otros cuatro? ¿Significa que los naufragos hicieron uso de al menos tres de ellos?

Entre los enseres que aún quedaban en los compartimentos cerrados del navío, se encontraron las bolsas plásticas de las tiendas donde habían comprado los alimentos necesarios para subsistir ese fin de semana. Pero los alimentos no estaban allí. Tampoco se encontró el más mínimo indicio de una simple botella de agua, elemento vital en cualquier excursión por mínima que sea. ¿Significa esto que fue consumida por los desaparecidos? ¿Se quedaron a la deriva y se vieron en la necesidad lógica de racionar agua y comida? ¿Durante cuanto tiempo pudieron subsistir así, de ser esto cierto? Y sin embargo, viajando a la deriva, el Mencey Taoro Dos consiguió “burlar” a al menos 2 helicópteros, sin contar con los que dispuso la Guardia Civil, 2 aviones, varias en embarcaciones de salvamento y otras cedidas por Cruz Roja que rastrearon una superficie equivalente a 400 veces el tamaño de la mencionada Gomera.

En las fotografías tomadas por los familiares y amigos a la embarcación, minutos después de la inspección policial, se muestra algo que no deja de ser extraño. En una de las tomas que correspondería al compartimento inmediatamente posterior a la cabina de mando, se aprecian marcas de óxido en la fibra. Producto, como es lógico, de la oxidación de los tornillos y juntas metálicas de la propia estructura. Al carecer del mantenimiento necesario para evitar esto, el agua acaba arrastrando las partículas rojizas tiñendo las cubiertas del navío. Por simple física, estas “chorreras” de óxido deben seguir los cauces que la gravedad terrestre marca. Fijensé ahora en la imagen de la derecha. Si el barco se encontraba volcado desde su naufragio ¿como se explica que las marcas de óxido tengan un recorrido descendente, que solo se daría si el barco hubiera permanecido cubierta arriba mucho tiempo?

Si a este detalle le sumamos la observación de la tripulación del Ice-Runner en el momento del encuentro del Mencey Taoro II, es relativamente fácil llegar a la conclusión de que la pequeña embarcación mantuvo la flotabilidad estable mucho más tiempo del que pasó volcada. El que la embarcación sufriera muchas embestidas de la mar océana durante todo el tiempo que permaneció a la deriva, es algo que a cualquiera se le puede pasar por la cabeza. Pero si es así ¿Como es que los chalecos salvavidas encontrados seguían flotando “en torno a al Mencey Taoro II”, después de todo un año?

En las fotografías que pasamos a mostrar encontramos más detalles que no son tomados por las autoridades con la relevancia que los familiares hubieran deseado. Más cuando en las conversaciones que mantuvieron con la tripulación del buque que lo encontró, esta aseguraron que, salvo alguna magulladura en la pintura debido al proceso de izado a bordo, todo lo demás estaba “tal cual lo encontraron”. Estos detalles no aparecen como significativos en el informe policial, apuntando además en el mismo, no haber hallado signos  “de violencia ni cualquier otra anomalía intencionada o manipulación”.

El timón del Mencey Tahoro II estaba roto. Totalmente desencajado de su ubicación original ¿Como se rompió? ¿Cedió el metal por el oxido? Si es así ¿como es que seguía junto a la embarcación y no se hundió en el océano?

Esta marca en la pintura podría ser producida por el izado a bordo del buque. Pero a diferencia de las demás, esta no presenta marcas del pintura roja del armazón y cubierta del Ice-Runner.

Este corte se puede apreciar perfectamente en uno de los laterales de la embarcación. Su trazo regular y rectilíneo dan mucho que pensar ¿Intencionado?

¿Fue víctima el Mencey Tahoro II y su tripulación de un acto de piratería? ¿Piratas en aguas canarias? Plantear esta hipótesis a estas alturas de la película resulta claramente absurdo. Como tal, la piratería es una práctica que se abolió en nuestras aguas en el siglo XVIII. Y debido a la creciente inmigración ilegal marítima, la vigilancia de nuestras costas se ha incrementado en los últimos años, incluido en 2006. Por otro lado, hemos de suponer que las autoridades habrían investigado cualquier navío sospechoso localizado durante la búsqueda.

5 de Noviembre de 2010

Dedicamos parte de nuestro programa radiofónico Clave7-En Los Límites de La Realidad, a contar todos los detalles que de primera mano, nuestra compañera Olga Pérez, vivió y sufrió en aquellas fatídicas fechas. Olga es familiar directo de Luis González, uno de los tres desaparecidos. En esta intervención deja muy claro el desacuerdo de las familias sobre la actuación de los estamentos oficiales.

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Este artículo está en proceso de actualización

Escrito por Fernando Álvarez en 2006

Actualizado y revisado por Carlos Soriano en 2010

Clave 7

Toda la documentación aquí presentada a sido expuesta bajo el consentimiento expreso de la familia afectada. El uso no autorizado por parte de terceros o sin citar como fuente al grupo Clave 7 estará incurriendo en un delito.

Para más información:

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http://riisss.mforos.com/1044961/5517084-tres-pescadores-desaparecidos/?pag=2

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