En esta ocasión visitamos parte del cauce del Barranco del Cercado de San Andrés, en Santa Cruz de Tenerife, donde se refugia una de las mayores concentraciones de palmeras de la isla.
Parte del sendero es conocido como Camino de Abicore, que antaño uniera las dos poblaciones costeras más populosas del macizo de Anaga: San Andrés y Taganana. Este sendero estuvo abandonado durante años, pero merced al empeño de los vecinos de la capital, representados por la Fundación Santa Cruz Sostenible, está siendo recuperado.
Un hermoso paisaje, cuya belleza apenas si hemos conseguido captar con nuestra cámara, se vislumbra en torno al caminante. Este es acompañado durante todo el camino por el rumor armonioso del pequeño riachuelo que discurre barranco abajo. Existen ciertas zonas, ahora imposibles de transitar, que conducían una pequeña cascada. Enormes formaciones rocosas que dibujan caprichosas formas. Enormes moles de piedra, de destacada redondez, semi-enterradas se esconden entre la vegetación.
El Barranco del Cercado es un lugar, sin duda, mágico.