La polémica suscitada por los acontecimientos relacionados con los llamados “OVNIs del Pentágono”, pareció calmarse tras la publicación del esperado informe “Preliminary Assessment: Unidentified Aerial Phenomena”, en junio de este año. Pero, recientemente se ha revelado la creación de un comité de investigación unificado. Una situación que, quizá no se daba, desde aquellos pasados comités de los años 40 y 50 del siglo pasado. Hace apenas unos días, se ha firmado la iniciativa llamada Grupo de Sincronización de Gestión e Identificación de Objetos Aerotransportados.

Del Proyecto SIGNO al “AOIMSG”

Allá por julio de 1947, la Fuerza Aérea de los E.E.U.U. y, el recién creado, F.B.I., unificaron esfuerzos para investigar la incipiente profusión de reportes de observaciones de objetos extraños, surcando su espacio aéreo. Así nace el Proyecto SIGNO.

74 años después, quizá con otra nomenclatura, y posiblemente, otras motivaciones, parece urgir de nuevo a E.E.U.U. prestar atención a este asunto. Ya no los llaman UFO. Eso es, ahora, cosa de frikis. Ahora se denominan UAP, siglas de Unidentified Aerial Phenomena. Fenómenos Aéreos No Identificados. Y la motivación principal, en esta ocasión, es puramente estratégica.

Un Memorandum histórico

El 23 de noviembre, la Subsecretaria de Defensa Kathleen Hicks, en estrecha colaboración con el Director de Inteligencia Nacional, firma el “Memorandum para los comandantes superiores de liderazgo del Pentágono, Comandantes de agencias de defensa y directores de actividades de campo”. En el mismo, se establecen las directrices para crear un comité de investigación llamado “Grupo de Sincronización de Gestión e Identificación de Objetos Aerotransportados”.

Memorandum para los comandantes superiores de liderazgo del Pentágono, Comandantes de agencias de defensa y directores de actividades de campo.

En su primer párrafo, podemos leer: “La presencia de fenómenos aéreos no identificados en el espacio aéreo de uso especial, designado de acuerdo con 14 CFR Parte 73, representa un potencial riesgo de seguridad para las tripulaciones de vuelos aéreos y plantea posibles problemas de seguridad nacional.”

Por ello, se establece la creación de este grupo para, “Sincronizar los esfuerzos en todo el Departamento y con otros departamentos y agencias federales para detectar, identificar y atribuir objetos de interés en el espacio aéreo de uso especial y evaluar, y según corresponda, mitigar cualquier amenaza asociada a la seguridad de los vuelos y la seguridad nacional.”

Al mismo tiempo, se establece la figura del “Director”. Persona que se encargará de “sincronizar las actividades entre la Oficina del Secretario de Defensa y los Componentes del Departamento de Defensa, y con otros departamentos y agencias del gobierno de EE.UU., para minimizar la seguridad de los vuelos y las preocupaciones de seguridad nacional asociadas con UAP u otros objetos aéreos en el espacio aéreo de uso especial.”

En otras palabras, si durante la investigación de los 144 reportes, para redactar el citado informe “Evaluación Preliminar: Fenómenos Aéreos No Identificados”, el groso del esfuerzo fue acometido solo por La Marina de los E.E.U.U., ahora nadie puede mirar para otro lado.

Porqué ahora

En aquella “evaluación preliminar”, se mencionaba que habían investigado 144 casos, de los cuales, 80 contaban con la observación mediante múltiples sensores. Todos y cada uno de los reportes provenían de personal militar y cualificado. Y también mencionaba que, a pesar de no poder dar una respuesta a, al menos 143 de los casos investigados, no descartaban que los UAPs fueran ingenios tecnológicos avanzados de China, Rusia o cualquier país no aliado de E.E.U.U.

Si dicha evaluación se publica el 25 de junio, el 27 de julio saltan las alertas informativas que hablan de que, China, ha lanzado una nueva arma hipersónica al espacio. Un arma que, según afirman, puede desafiar alguna de las leyes físicas, que curiosamente, tanto preocupan a los autores de la evaluación sobre esos UAPs.

Justo un día antes de la publicación del memorándum, objeto de este artículo, Rusia realiza una “prueba de balística”, disparando un misil contra uno de sus satélites artificiales inoperativos, en el espacio. Su, “hazaña”, provoca la expansión de miles de partículas metálicas que ahora representan un problema mayor como basura espacial, poniendo en peligro los actuales programas, como la Estación Espacial Internacional. Putin, por su parte, responde pidiendo disculpas.

¿Qué sabemos por ahora?

Por supuesto, estos datos son solo aquellos que conocemos. Aquellos que todos podemos leer en los medios informativos. Pero, al menos, ayudan a esbozar el relato del escenario actual.

¿Aquellos vídeos grabados por La Marina y La Armada americana, eran pruebas de naves hipersónicas Chinas? ¿Se está gestando un nuevo tipo de guerra? ¿O es una nueva pantalla de humo? Y quizá, lo más interesante ¿Qué pasará a partir de ahora? ¿Conoceremos alguna vez los detalles de las investigaciones que realicen ese Grupo de Sincronización de Gestión e Identificación de Objetos Aerotransportados?

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