Las Experiencias Cercanas a la Muerte (ECM) siguen desafiando a médicos, psicólogos y científicos. Ahora, un estudio de la Universidad de Virginia aporta nueva luz sobre lo que ocurre tras una ECM y por qué cambia tanto a quienes la viven.

El estudio que está reabriendo el debate

El trabajo, publicado en Psychology of Consciousness, analizó a 167 personas que habían pasado por una ECM. El foco no estuvo solo en la experiencia en sí, sino en sus efectos posteriores: los cambios psicológicos, espirituales y vitales.

Más del 70 % de los participantes afirmó haber vivido transformaciones profundas en sus creencias y en su relación con la muerte. Muchos describieron:

Sensación de salir del cuerpo.
Encuentros con seres queridos fallecidos.
Percepción de una luz intensa y “consciente”.

Relatos consistentes, repetidos en culturas diferentes, que siguen sin una explicación científica definitiva.

Un impacto vital mayor que un trauma

El equipo señala que una ECM puede modificar la vida de una persona más que otros sucesos traumáticos. Entre los cambios más comunes destacan:

Disminución del miedo a la muerte.
Revalorización de las relaciones personales.
Mayor búsqueda de propósito espiritual.
Sensibilidad acrecentada hacia el sufrimiento ajeno.

Para muchos participantes, fue un antes y un después irreversible.

Volver a la vida cotidiana: un desafío silencioso

Casi 66 % de los entrevistados requirió apoyo profesional tras la experiencia. Entre las dificultades más frecuentes:

Sensación de “no encajar” en la vida cotidiana.
Dificultad para explicar lo ocurrido.
Emociones intensas difíciles de procesar.

La combinación más eficaz, según el estudio, incluye:

Terapia psicológica individual,
Grupos de apoyo,
Acompañamiento espiritual o filosófico.

Un enfoque multidisciplinar que permite integrar la experiencia sin patologizarla.

La ciencia ante un fenómeno que no encaja

Aunque existen hipótesis fisiológicas —falta de oxígeno, actividad neuronal desordenada, mecanismos de defensa ante el trauma—, ninguna explica completamente:

La coherencia de los relatos,
El impacto profundo y duradero,
Su aparición en culturas diversas.

Para la Universidad de Virginia, estos casos señalan una laguna en nuestra comprensión de la consciencia. No prueban vida después de la muerte, pero sí revelan que la mente humana es más compleja de lo que nuestras teorías actuales pueden abarcar.

Conclusión: cuando el misterio exige método

Este estudio no resuelve qué hay después de la muerte. Lo que sí demuestra es que quienes cruzan ese umbral —aunque sea por segundos— regresan profundamente cambiados. Algo que la casuística conocida por S.A.I.P. Clave7 ya reflejaba. Lo que no habíamos encontrado, es que muchas de esas personas, requirieran de ayuda psicológica para integrar la experiencia.

La investigación abre preguntas esenciales sobre las experiencias cercanas a la muerte. ¿Puede la consciencia existir sin actividad cerebral? ¿De dónde salen las visiones estructuradas? ¿Por qué las ECM generan cambios duraderos?

Quizá el verdadero misterio no esté “al otro lado”, sino en cómo nuestra mente responde al abismo. La ciencia avanza, pero mucho sigue escapando a su explicación. Y en esa frontera —entre lo que sabemos y lo que intuimos— sigue respirando el misterio.

Fuentes

Aviso:

La imagen utilizada como destacada para esta publicación, ha sido generada o modificada mediante inteligencia artificial con fines ilustrativos. No representa necesariamente hechos, lugares o personas reales.

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Josephine Mateos Nacida en Francia por CAUsalidades del Destino y siendo sensitiva desde muy pequeña, tuve la suerte de encontrar a mi "familia espiritual" y compartir con ellos miles de momentos para guardar en la cajita de los dulces ensueños...