La neurosis dominical es un fenómeno de masas cada vez más acentuado en la población que más ha trabajado en su vida, sin tregua creando una dependencia al propio empleo.
Muchos de nosotros no habremos sentido alguna vez extraños e incómodos durante la tarde de un domingo. De repente todo pierde color y parece que todo deja de tener sentido. Sentimos una incomodidad que no sabemos identificar de primera mano que algunas personas camuflan con series, películas, libros u otros placeres. Lo curioso es que el domingo para estas personas se convierte en el peor día de la semana e incluso en más temido. La neurosis dominical es un fenómeno de masas. Sentir la sensación de aburrimiento. Entrar en un estado apático, sin energías, sin ganas, completamente depresivos, nos hace pensar que algo ocurre, algo está sucediendo en esta sociedad. Algo hacemos mal.
Pero ¿Qué es la Neurosis dominical?
El termino fue cuñado por el psicólogo Viktor Frankl, para describir el estado ansioso que padecían estas personas. Y esto ocurría porque se acercaba el domingo sin tener ninguna actividad definida. Según el articulo publicado en la Revista de Neuro-psiquiatría en la universidad de Chile, esta condición suele darse en una serie de personas con estos perfiles que vamos a nombrar:
- Viven solas.
- Trabajan más de 8 horas diaria o en horarios extremos.
- Tienen un trabajo estresante que conlleva responsabilidad.
¿Qué la causa?
Suelen ser un perfil de personas que tienen un trabajo de mucho esfuerzo, dedicación y estrés continuo. Cuando se acerca ese día más temido por ellos, ese parón de golpe de fase de inactividad les deja aturdidos. Recordemos al actor Charly Chaplin en la película “Tiempos modernos”, donde trabajaba en una fábrica apretando tornillos y la operación era tan sostenida en el tiempo que el operario no podía parar de manera compulsiva de hacer la tarea. Tiene correlación con el síndrome de Burnout, que consiste en trabajadores acostumbrados a su oficio. No saben dedicarse a otra cosa. No son capaces de dejar de trabajar. Tampoco anhelan vacaciones por el miedo a que la sensación dominical se extendiese por días.
Lo curioso es que a veces también sucede con personas que no tienen tanto estrés. Y este colectivo responde más a un componente psicológico que se remonta en la búsqueda del sentido de la vida. Finalmente, el trabajo juega un papel protagónico en la vida que se convierte en el factor fundamental para dar sentido a la existencia, porque a fin y al cabo los trabajos tienen propósitos.
¿Cómo reconocer este fenómeno?
La ansiedad, un factor fundamental. Si la sientes es que tu cerebro se anticipa a las amenazas futuras o incluso al propio miedo. Podemos observar al protagonista obsesionado por su trabajo hasta perder su propio sentido de la vida. De no hacer nada y no ver justificada tu existencia. Todo ello también produce sensación de apatía o desinterés por actividades.
Nos desconcierta el saber que no sabemos que hacer porque quizás no estemos acostumbrados a dedicarnos tiempo para nosotros. Puede surgir también aislamiento social por la propia apatía. Y evidentemente la propia adicción al trabajo hace que la falta del mismo les desconcierte.
¿Qué podríamos hacer?
Si nos encontramos en esta situación es preferible consultar a un psicólogo. Podría ayudarnos a encontrar herramientas para gestionar este problema. Pero también debemos ser conscientes del problema. Al identificarlo, podemos actuar obligándonos a salir, a hacer otras actividades, socializar. También en la misma soledad sentir la sensación de manera consciente, con técnicas de respiración y conectando con el presente. Sin hacer nada. Podría hacer que a largo plazo el cerebro se acostumbrase a que el no hacer nada, no es tan malo. Sin duda la neurosis dominical es un fenómeno de masas.