Estamos ante el escenario de un amplio abanico de posibilidades en torno al futuro de nuestra evolución. Lo que postula la comunidad científica según la teoría de Darwin, la selección natural es la responsable de los cambios que puedan producirse en una especie a través de mutaciones genéticas aleatorias que según su capacidad de adaptación frente al medio, tendrían un potencial mayor de prevalecer. Esto permite que las especies con el paso del tiempo conformen su evolución.
Sin embargo las circunstancias han cambiado y la naturaleza pasa a segundo plano en materia decisiones ante la prevalencia de una especie. Sucede que el ser humano está a punto de influir por completo en este proceso evolutivo, modificando ciertos factores que examinaremos posteriormente. Nuestros estilos de vida, la modificación de los entornos, el avance de la medicina y tecnología son los condicionantes que influyen ya en el desarrollo evolutivo humano.
Nuestra especie continuará igual.
“[…] el mestizaje hace que sea mucho menos probable que se establezcan mutaciones potencialmente significativas en el conjunto de genes” Ian Tattersall
En otras épocas y contextos había un campo de cultivo en el que proliferaban las mutaciones que hacían que estos cambios prevalecieran genéticamente en futuras descendencias. Y esto sucedía porque las poblaciones eran más controladas en un solo entorno. En base a la globalización se postula que a raíz del mestizaje global en el que está sometida la humanidad en la actualidad, anula estas posibilidades de cambios genéticos en la proliferación de las mutaciones. Esta es la opinión de Ian Tattersall del Museo Americano de Historia Natural de Nueva York.
Por otro lado, el avance de la medicina es un condicionante muy fuerte que hace que proliferen genes que de lo contrario la naturaleza hubiese eliminado por incapacidad de adaptación. Por ejemplo se prevé en el futuro la aparición de situaciones de embarazo que requieran la práctica de la cesárea cada vez mayor, ya que esto se debe a unos condicionantes genéticos que se transfieren en futuras descendencias y que la naturaleza hubiera erradicado hace mucho tiempo.
La conclusión final según apunta la mayor parte de la comunidad científica es que el ser humano ha llegado a su límite de evolución natural.
Seguiremos evolucionando
Esta teoría se opone radicalmente a la anterior. Si bien los condicionantes han cambiado muchísimo, en vez de selección natural en prevalencia de los genes mejor adaptados es posible que en el futuro se deba a unas características más intrínsecas en cuestiones de sociedad. De acuerdo con esta teoría los genes que más prevalecerán son las de las personas con riqueza, inteligencia o éxito de manera más dirigida por nosotros mismos. Esto crearía una serie de diferencias entre colectivos de menor nivel adquisitivo frente a los de mayor poder económico. Una nueva forma de racismo podría estar al borde la esquina.
El cuerpo humano 2.0
Desde el punto de vista de muchos científicos fanáticos de la tecnología la evolución estará marcada por el avance tecnológico de manera muy intrínseca. Lo llaman el biohacking que consiste en la modificación de genes a través de nanomáquinas principalmente y nuevas medicinas que modifiquen por completo nuestras capacidades. Hasta finalmente llegar a culminar en lo que llamamos transhumanismo, el siguiente paso de convertir nuestro cuerpo en una máquina perfecta, duradera y carente de enfermedades siendo Cyborgs. Actualmente existen laboratorios clandestinos en los cuales se modifica hasta la percepción humana dotándoles de capacidades y poderes que de manera natural sería casi imposible conseguir. Además de prótesis, exoesqueletos y otras aplicaciones que ya funcionan en el campo militar.
Evolución de las colonias espaciales
Se dice también que en el futuro la carrera espacial adquirirá nuevamente una importancia trascendental para la raza humana. Tanto así que estos viajeros colonizadores crearán colonias en donde quiera que conquisten adaptándose generación tras generación a las nuevas condiciones del entorno y finalmente evolucionarían de distinta manera. ¿Quién sabe?
Apuesto a que las últimas tres teorías podrían ser perfectamente válidas en su contexto. Tanto la evolución tecnológica, como la carrera espacial pueden ser campos que se desarrollen paralelamente aportando sus diferencias. El futuro es apasionante…